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Entre las principales razones por las que se reconoce el turismo de Jerez de la Frontera, se destaca que es un sitio en el que buena parte de los pobladores van a degustar los vinos de la zona, una de esas bebidas que generalmente es bien recibida por la mayoría de las personas y que en caso de ser consumida con responsabilidad, es una opción saludable. En ese sentido, alternativas como la de herbalife Jerez de la Frontera encajan a la perfección con este tipo de perfil, en caso que sea el tuyo.

Por otro lado, esta ciudad aún conserva buena parte de su casco histórico, siendo entonces un espacio adecuado para que todos los turistas se den una vuelta por él, para que así disfruten al máximo de las condiciones históricos y artísticas que el área provee en términos de turismo cultural.

Vale la pena anotar al respecto que Jerez de la Frontera es una ciudad a la que suelen mencionar como un lugar en el que se reúnen palacios aristocráticos, el saber popular o tradicional de sus habitantes y un caserío con las típicas características andaluzas. En otras palabras, una oportunidad con rasgos únicos dentro del territorio español.

Además y dando continuidad al punto anterior, es durante la Feria del Caballo donde se puede experimentar de primera mano cada uno de los rasgos que se han mencionado hasta el momento, celebración que incluso ha sido declarada como de Interés Turístico Internacional. Así mismo, en el marco de este evento es posible para el visitante degustar de la gastronomía de Jerez de la Frontera, que como ya se indicó, tendría que ser una experiencia en la que el turista pueda profundizar un poco sus conocimientos sobre la tradición vinícola de la ciudad.

Un poco de historia de Jerez de la Frontera

Es un asentamiento que fue fundado por los fenicios bajo el nombre de Xera. A lo largo del medioevo fue una zona que se caracterizó porque allí se dieron todo tipo de incursiones fronterizas como consecuencia de su cercanía con el Reino de Granada que estaba bajo el control de los musulmanes.

En el momento en el que los Reyes Católicos asumieron el control de la ciudad ya era reconocida como una ciudad con vinos de alta calidad. A su vez, durante este periodo se creó una raza caballar propia de la región que se denominó como cartujana.

La herencia musulmana de la ciudad

Es fácilmente reconocible esta condición de Jerez de la Frontera por la presencia del Alcázar, la Mezquita y las murallas en los alrededor. Espacios que se recomienda que sean visitados por los turistas, pues de una u otra manera son una manera directa de hablar sobre el pasado de esta urbe.

En cuanto al legado cristiano, se puede decir sin temor a equivocarse que es La Catedral el máximo símbolo para quienes profesan esta fe. Se encuentra asentada encima de una mezquita y es una edificación en la que se entremezclan elementos neoclásicos y barrocos a lo largo y ancho de su estructura.

Por otro lado, y para quien desee seguir profundizando en el turismo histórico en Jerez de la Frontera, una visita a las antiguas murallas no hay que pasar por alto, especialmente porque se pasará por iglesias como las de San Lucas y San Mateo, además de los palacios de Permantín y Riquelme. Edificaciones que no sólo son hermosas a la vista, sino que guardan un importante valor simbólico y cultural.

Las bodegas y los caballos

Son numerosas las bodegas que se pueden encontrar en Jerez de la Frontera, sitios en los que se producen vinos de altísima calidad. A esta experiencia se la puede calificar como de turismo gastronómico en la ciudad, pero en simultáneo es todo un recorrido en el que se va a aprender a profundidad sobre el proceso de fabricación del vino en hasta su más mínimo detalle.

Por tal motivo, si se quiere comprar herbalife en Jerez de la Frontera como una vía más para dar continuidad a esta forma de nutrir adecuadamente el cuerpo, por supuesto que será una decisión apropiada.

Ahora bien, en cuanto a la cría de caballos como otro de los rasgos para subrayar de la ciudad, es la raza cartujana la que está más ligada con la propia historia de esta urbe. Por esta razón la Feria del Caballo es una de las protagonistas en el calendario festivo de Jerez de la Frontera, momento del año en el que se realizan competencias, paseos, bailes, cantos y muestras gastronómicas de lo que allí se produce.

Así que en caso de buscar un sitio para hacer turismo de una manera muy distinta a lo que se suele proponer, este tipo de actividades son una gran alternativa para tener en mente en medio de los caballos y el vino.